Águilas, Deporte y Cultura

domingo, 8 de abril de 2007

El uso de mochilas y carritos portalibros y su repercusión en la columna vertebral de los escolares.


Cada vez es mayor el número de personas con dolencias en el “raquis” debido, en parte, a una serie de hábitos adquiridos y que, la mayoría de las veces pasan inadvertidos hasta que el problema se manifiesta.

Una de estas causas, en el caso de los escolares (relacionada directamente con el dolor de espalda) es el uso inadecuado de mochilas o “carritos portalibros”, demasiado pesados y que influye muy negativamente en su formación ósea, ya que, aunque el niño sea capaz de soportar su peso, su organismo está todavía en formación y, por tanto, la repercusión en su columna vertebral ocasiona, la mayoría de la veces, deformaciones que pueden llegar a ser graves.

Precisamente porque uno de los objetivos fundamentales en el área de Educación Física es el de proporcionar una formación integral de los individuos y, dentro de ésta, la adquisición de unos hábitos saludables (tanto higiénicos como posturales) que afectan, entre otras cosas, a la columna vertebral, tanto nosotros, como educadores, como los padres, como responsables de la salud de sus hijos, deberíamos concienciarnos y reducir el volumen de peso que lleven nuestros escolares en sus espaldas y, a su vez, buscar alternativas tales como habilitar espacios en el colegio con el fin de dejar los libros que no necesiten en casa ese día y así evitar o prevenir estas deformaciones.

Algunos consejos útiles a la hora de portar mochilas y carritos pueden ser:
  • Meter en la mochila y llevar al cole las cosas que realmente vaya a necesitar.

  • Al cargar la mochila, intente que los objetos más pesados (los libros, normalmente) estén colocados en vertical, lo más cerca posible de la espalda.

  • El peso se debe repartir entre los dos hombros, nunca llevar la mochila como si fuese una cartera de mano o colgada sobre un hombro (que es lo más habitual).

  • No debe llevar la mochila baja, hacia la zona lumbar. Es mejor ajustar los tirantes de manera que la mochila quede a la altura de la zona media o alta de la espalda.

  • Tener en cuenta que la mochila no debe pesar más del 10% del peso del niño. Si pesa más, no debe cargarla, así que tendrá que optar por una mochila con ruedas.

  • Si el niño lleva una mochila con ruedas, debe ir cambiándola de mano.

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